(13/04/2018) La nueva línea del metro de Ámsterdam que ya está en su periodo de pruebas de seis meses una vez terminado el equipamiento de estaciones e infraestructuras, completa una red relativamente reciente, las primeras líneas se pusieron en servicio en 1977, conectando zonas residenciales sin estaciones en el centro de la ciudad.

La construcción en Ámsterdam ha planteado un problema complejo por el terreno pantanoso. Cada edificio en el centro de la ciudad está soportado por postes de madera que se clavan profundamente en el suelo. El equipo que proyectó la línea llegó a la conclusión de que una línea de metro tendría que ser construida con túneles construidos bajo esos postes, lo que fue, inicialmente, considerado inviable desde el punto de vista técnico y financiero.

Finalmente, se acabó por tomar la decisión de construir la línea con un túnel bajo el trazado de las calles y canales de Ámsterdam para evitar demoliciones y reduciendo al máximo el daño que se podía causar a edificaciones especialmente sensibles. La inversión total del proyecto que ha tardado quince años en finalizarse, asciende a 3.200 millones de euros